Metapneumovirus humano y el brote del virus en China: qué es y por qué no debemos alarmarnos

Metapneumovirus humano y el brote del virus en China: qué es y por qué no debemos alarmarnos

Concha Gimeno, portavoz de SEIMC, explica las claves del 'nuevo' virus chino a GM: “No es nuevo ni una amenaza pandémica, sino otro virus respiratorio que debemos manejar con serenidad"

Concha Gimeno, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)

En los últimos días, ha surgido cierta preocupación en los medios y la opinión pública en torno al metapneumovirus humano, una situación que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a intervenir para aclarar que no existe ninguna alerta ni riesgo de pandemia relacionado con este patógeno. Concha Gimeno, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), nos ayuda a comprender este virus y las razones de la alarma injustificada.

“No estamos ante un virus nuevo ni ante una amenaza pandémica, sino ante otro virus respiratorio”

El brote de metapneumovirus humano en China no debe generar alarma. Se trata de un virus conocido, estacional y con un impacto clínico limitado en la mayoría de los casos. La situación actual pone de manifiesto la importancia de contextualizar la información y evitar comparaciones precipitadas con la pandemia de COVID-19. Seguir investigando, educar a la población y mantener medidas de prevención básicas son las claves para manejar adecuadamente estos brotes y garantizar la tranquilidad pública. Como concluye Concha Gimeno, “No estamos ante un virus nuevo ni ante una amenaza pandémica, sino ante otro virus respiratorio que debemos conocer y manejar con la misma serenidad con la que hemos afrontado otros antes”.

Un virus conocido desde hace décadas

El metapneumovirus humano no es un virus nuevo. Fue identificado en 2001 en los Países Bajos, aunque estudios retrospectivos revelaron que este patógeno ya circulaba entre los humanos al menos 50 años antes de su descripción formal. Se trata de un virus ARN perteneciente a la familia Paramyxoviridae, que comparte similitudes con el virus respiratorio sincitial (VRS), conocido por causar infecciones respiratorias en niños y adultos.

En Europa, más del 90% de los niños entre cinco y diez años han estado expuestos al virus

Según Gimeno, el metapneumovirus humano está ampliamente distribuido y la mayor parte de la población ha desarrollado anticuerpos frente a él durante la infancia. En Europa, más del 90% de los niños entre cinco y diez años han estado expuestos al virus, lo que proporciona a la mayoría de los adultos una inmunidad que reduce significativamente el riesgo de infecciones graves.

Una alarma injustificada

El reciente brote en China no está relacionado con una mutación del virus ni con un aumento en su patogenicidad. “Es el mismo metapneumovirus humano que conocemos desde hace años”, explica Gimeno. Entonces, ¿qué ha provocado este repunte? La respuesta se encuentra en las medidas adoptadas durante la pandemia de COVID-19. El uso extendido de mascarillas y las restricciones sociales en países asiáticos, como China, han reducido la exposición de los niños a virus respiratorios comunes, incluyendo el metapneumovirus humano. Como resultado, muchas personas jóvenes no han desarrollado anticuerpos contra él.

“Es el mismo metapneumovirus humano que conocemos desde hace años”

“Cuando las medidas preventivas se relajan, los virus vuelven a circular y afectan a aquellas personas que no habían tenido contacto previo con ellos”, señala Gimeno. Esto explica por qué el brote afecta principalmente a niños menores de 14 años, una situación que ya se observó en otros países tras la eliminación de las restricciones pandémicas.

Una infección respiratoria estacional

El metapneumovirus humano se comporta de manera similar a otros virus respiratorios estacionales, como la gripe o el VRS. Aparece predominantemente en invierno y puede causar desde resfriados leves hasta infecciones respiratorias más graves, como neumonías, en personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas. Sin embargo, la mayoría de las infecciones son leves y autolimitadas, especialmente en niños sanos.

Aunque el metapneumovirus puede coexistir con otros virus respiratorios en un mismo paciente, como el VRS o el rinovirus, su presencia no implica necesariamente una mayor gravedad

Aunque el metapneumovirus puede coexistir con otros virus respiratorios en un mismo paciente, como el VRS o el rinovirus, su presencia no implica necesariamente una mayor gravedad. “Durante años se le consideró un acompañante de otros virus, pero estudios recientes han demostrado que puede causar síntomas por sí mismo”, aclara Gimeno.

Un contexto global más vigilante

La creciente atención mediática hacia los virus respiratorios también responde a un cambio en nuestra percepción y capacidad de detección. Gimeno explica que, antes de la pandemia de COVID-19, la identificación específica de virus respiratorios no era una prioridad clínica. “Si un niño tenía fiebre y síntomas respiratorios, se decía que era un virus y ya está. Ahora, queremos saber exactamente qué virus está causando la infección”.

La creciente atención mediática hacia los virus respiratorios también responde a un cambio en nuestra percepción y capacidad de detección.

Además, la globalización y el aumento de los viajes internacionales facilitan la rápida propagación de virus. Un brote en un país puede llegar a otro en cuestión de días, como se observó con el SARS en 2003 y el COVID-19 en 2020. Sin embargo, no todos los virus respiratorios tienen el potencial de causar pandemias. El metapneumovirus humano, por ejemplo, no ha mostrado mutaciones significativas ni una capacidad de transmisión que justifique una preocupación global.

Lecciones de la pandemia

La pandemia de COVID-19 ha dejado importantes lecciones sobre cómo enfrentarnos a las enfermedades respiratorias. Una de ellas es la eficacia de medidas simples como el uso de mascarillas, el lavado de manos y el aislamiento de personas sintomáticas para reducir la transmisión de virus. Sin embargo, Gimeno lamenta que estas prácticas hayan caído en desuso en muchos países. “En países asiáticos, el uso de mascarillas sigue siendo habitual, no solo por los virus, sino también por la contaminación ambiental. Aquí, en cambio, hemos olvidado rápidamente estas medidas preventivas”.

Tomado: © 2025 Gaceta Médica | Todos los derechos reservados 

Related Articles